Bases Pedagógicas de la Educación Especial

España vs Finlandia (Educación y Sociedad)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Este artículo pretende hacer hincapié en las profundísimas diferencias existentes entre el sistema educativo finlandés y el español.

Primero, los reveladores resultados del informe Pisa: Finlandia está en las posiciones de cabeza en tres materias fundamentales, matemáticas, ciencia y lectura. Sin embargo, los alumnos españoles ni siquiera llegan a la puntuación media. Otros países que obtuvieron resultados semejantes decidieron tomar medidas, mientras que en España, como se ha hecho tradicionalmente, se arroja la pelota al tejado y se mira a otro lado, culpándonos unos a otros sin atajar el problema.

Después, la comprobación del ambiente en el que crecen los niños: Finlandia es un país frío, oscuro, pero seguro. Los índices de criminalidad son bajísimos, las calles están limpias e impecables y cuando el tiempo lo permite, los niños pueden jugar por la calle con total tranquilidad, independientemente de la hora. En España, hace años que perdimos ese status, ahora, el hecho de que un niño esté en la calle sin vigilancia es motivo de preocupación: violencia, drogas,etc..Los colegios, por supuesto públicos, están en perfecto estado de revista, con materiales de primera calidad y que son cuidados con esmero tanto por el personal docente como por el alumnado. Aquí, no es necesario recordar la situación de la mayoría de los colegios públicos, e incluso de las Universidades, en muchos casos vergonzosa.

Fuera de lo meramente ambiental, el sistema revela otras diferencias increíblemente esclarecedoras: El sistema educativo está completamente orientado hacia el alumno, para proporcionarle los medios necesarios para que complete toda la formación que necesite, facilitándolo todo, proporcionado por el Estado, es decir, por toda la población. Ayudas a los estudios superiores, pagas para favorecer la emancipación, material escolar gratuito, etc... Por contra, el sistema español está orientado como un negocio: El alto número de colegios privados así lo indica. La organización de clases y horarios tiene más en cuenta la posibilidad de obtener mayores beneficios económicos que académicos, con clases sobresaturadas, profesores estresados, calendarios bochornosos, legisladores incompetentes, partidos políticos que emplean la educación como arma arrojadiza y nadie dispuesto a tomar la responsabilidad de aceptar los errores y proponer medidas para corregirlo.

Entrando en el plano cultural, la forma de ser de los finlandeses, que muestran un gran respeto a la dinámica de trabajo y a la honradez, cristaliza en el respeto que genera la figura del profesor. La exigencia de las pruebas que deben pasar aquellos que desean convertirse en docentes hace que sólo los que estén mejor preparados puedan acceder a ese privilegio. La jornada de los profesores no supera nunca las 21 horas semanales, y su sueldo es más que digno. En España, las notas de corte para Magisterio están bajo mínimos, las escuelas de formación del profesorado saturadas, muchas veces llenas de alumnos desmotivados. Los sueldos no son ni de lejos como los de Finlandia, aunque en las últimas décadas ha mejorado bastante. Sin embargo, la figura del profesor no es respetada por nadie, ni políticos, ni alumnos, ni padres. El profesor es siempre el blanco de todas las iras, el culpable del fracaso escolar, y están sometidos a una presión en muchos casos insoportable que lleva a innumerables bajas por depresión.

Los alumnos fineses son respetuosos en la escuela, con la familia y por la calle. El engaño y las trampas son casi inconcebibles. Aquel que no cumple los objetivos es atendido enseguida y aumenta su carga de trabajo y esfuerzo hasta que alcanza el nivel requerido, pero no se les hace repetir curso. Cumplen con sus obligaciones con sobriedad, y saben que podrán hacer lo que deseen, porque el sistema se lo permite, con la única retribución por su parte de su esfuerzo y entrega.

España es el país de la picaresca, donde se trata de obtener el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo, el país de las chuletas, los “novillos” y los puentes festivos interminables. Donde miles de alumnos arrastran sus carencias educativas curso tras curso hasta que los centros se ven obligados a deshacerse de ellos, sin ninguna formación y con el único recurso de trabajar desde muy jóvenes. Aquellos que deciden continuar sus estudios, muchas veces lo hacen presionados por su familia y sabedores de que la emancipación es una tarea complicadísima, con sueldos miserables, alquileres abusivos e hipotecas casi esclavistas.
Finlandia y España, a pesar de sus diferencias, comparten una característica común: Están entre los países “desarrollados”. Sin embargo, pese a sus altos índices de calidad de vida, este país nórdico no es el paraíso: Muestra unos preocupantes índices de suicidios y depresiones. En España, pese a sus carencias educativas y sus evidentes fallos organizativos, generalmente, la gente es vital, alegre y abierta.

No existe, por supuesto, una sociedad perfecta. El único camino para aproximarse a ella es tomar lo mejor de aquellos que tienen algo que enseñarnos, y en materia educativa, España tiene mucho camino por andar, y Finlandia es un espejo en el que deberíamos mirarnos. Nuestro carácter despreocupado, pícaro, y festivo es en este ámbito un lastre a combatir. Sin embargo, nos convierte en un país donde la relación social, la integración y el estilo de vida es envidiado, por países con gentes frías, cerradas y melancólicas, como Finlandia.
¿Es esto una especie de “equilibrio universal”? ¿Es una especie de sorteo invisible donde recibimos ciertos dones a cambio de ciertos defectos? ¿Debemos resignarnos y conformarnos, tanto unos como otros, o ponernos en marcha y aprender de los demás pueblos, tomar sus aciertos e intentar que ayude a subsanar nuestros defectos, y vicersa?

La importancia de la memoria

La memoria es la parte fundamental de nosotros mismos que forja nuestro carácter. La referencia a la musa de la memoria en el encabezamiento del blog no es gratuita, desde el momento en el que comencé mi aprendizaje para convertirme en maestro, estoy al servicio de la memoria.

Todos los conocimientos que he acumulado a lo largo de mi vida, y los que acumularé en un futuro deberán servir para forjar la conciencia, el espíritu y el carácter de mis futuros alumnos.

Buena parte de lo que ellos conserven en su propia memoria será responsabilidad mía, y de mis compañeros maestros, y es una responsabilidad que no debe ser tomada a la ligera.

Espero cumplir con dignidad mi labor, y emplearé este blog para todos los temas relacionados con educación y aprendizaje que considere relevantes.

Un saludo.